El evento está organizado por el Real Club Náutico Portosín, con el patrocinio de Doña PITUSA SABÍN, y la colaboración de la Real Federación Gallega de Vela.

Una cita que año tras año cuenta con la confianza de los grandes clubes de galicia y que por primera vez se integra de forma oficial en el TROFEO PRESIDENTE DE LA XUNTA por su buen hacer en los últimos años como promotor de la flota de crucero en galicia. Un grupo selecto de clubes como el MRCY Baiona o el RCN Sanxenxo apuestan por esta cita como impulsor a un circuito que busca a la mejor tripulación de galicia y las embarcaciones del más alto nivel.

Tras la apuesta de estos clubes y ver depositada su confianza la RFEV también quiso que esta cita fuera una de las dos de galicia que son puntuables para el Campeonato de España de Cruceros y que dará plaza a la mejor tripulación a la cita nacional.

La Real Federación Gallega también respalda la cita con su inclusión en la COPA GALICIA ORC DE CLUBES, un circuito que cada vez más clubes quieren ganar y que contó con la presencia de una quincena de clubes en años anteriores y que lleva ganado el RCN Portosín en las nueve últimas citas de forma consecutiva. Y que distingue al club con mejor flota de Cruceros en Galicia en el 2024. 

Programa:

Publicación en nuestra propia página web – www.rcnportosin.com

Publicación del Anuncio de la Regata y difusión a todos los clubes de Galicia, así como a las embarcaciones más destacadas del año anterior.

Viernes 

Sábado 

Domingo

Éxito de convocatoria en las ediciones pasadas.

Las 35 ediciones de esta regata, dan una idea de lo atractivo de su recorrido, ya que en todos los años de su historia nunca se dejó de disputar. Sin duda una cita que es un reto para los grandes navegantes y que gusta a los armadores como prueba de nivel de sus tripulaciones.

La navegación por el mar de finisterre diferencia a esta regata del resto ya que no se transcurre por la tranquilidad de una ría o por el abrigo de alguna isla sino que cuenta con el aliciente de navegar por un mar bravo al que le tenemos que pedir permiso para poder terminar la singladura. Lo cual convierte la cita en una aventura y muestra de buen hacer marinero donde no solo vale la velocidad punta que le puedas conseguir a tu embarcación sino el mimo o dulzura con el que puedes navegar para sortear los inconvenientes de ola, rocas y viento que la travesía te tiene preparado. Sin duda todo aquel que salga victorioso se puede considerar buen navegante.