
Tras el paso por la vuelta uno de las dos que componían el recorrido el viento bajó de intensidad y comenzó el proceso de cambio de dirección típico de nuestra ría. Un proceso que el ATLANTE consiguió interpretar y conseguir así terminar la segunda vuelta dentro del tiempo límite estipulado gracias a la intensidad con la que entró lo que aquí denominamos "maraxe" (viento fresco que entra en la ría).
Un buen colchón de puntos que los de Ignación Hermo intentarán aprovechar en las tres jornadas competitivas restantes.